MY LOVELY FOLLOWERS

27 de diciembre de 2011

Losing my religion

A veces echo la vista atrás y me observo a mí misma. Analizo cómo era, cómo me comportaba, qué solía hacer, qué me gustaba..., y creo que me he convertido en una persona completamente diferente a la que era, aunque no sé si para bien o para mal. No tengo nada que ver con la Gemuchi que era hace unos 2 ó 3 años.
¿Crecer? Puede... aunque nunca pensé que me costaría tanto. Las cosas que antes me incomodaban, ya no lo hacen, y viceversa. Ya no me ilusiono igual que antes, ni me cuesta ponerle nombre a mis emociones y sentimientos. No sé, algo ha cambiado en mí. Creo que las circunstancias así lo han querido.

Soy de las que piensan que cuando se toca fondo, después sólo queda subir. Así que espero que el 2012 no se le parezca en nada a este año, porque creo que si tuviera que ponerme un fin o una especie de "fecha de caducidad", no dudaría en elegir año.


That's me in the corner, that's me in the spotlight losing my religion.

21 de diciembre de 2011

30%

30%. A grandes rasgos, eso es lo que queda de mí; de mis lamentos, de mis preocupaciones, de mis pensamientos, de una etapa de mi vida, de todo.
Si echo la vista atrás y me observo a mí misma, sólo puedo recordarme deseando este momento. Quizás no en las mismas circunstancias en las que estoy ahora, pero nada es perfecto, ¿verdad? Y que conste que no se trata de resignación, sino de asumir la realidad.
Puede también que hubiese querido vivir muchísimas más experiencias de las que he vivido, haber mejorado infinidad de cosas que son mejorables y no haber perdido tanto el tiempo con cosas que en realidad no merecían la pena, pero de poco sirve ya lamentarse. De alguna forma, todo lo bueno y malo que me haya podido ocurrir conforma lo que ahora soy, así que nada puedo hacer a estas alturas de la película.


Es curioso como cuanto más cerca estás de la meta y de conseguir tus objetivos, más lento pasa el tiempo y con más ansias deseas que avance. Pero me temo que sólo me queda armarme de paciencia y esperar, porque cuando eso pase, ese 30% pasará a formar parte del baúl del olvido y todo será, al fin, mucho más simple.




Feels like I'm knockin' on heaven's door.

6 de diciembre de 2011

El tiempo no espera por nadie

Para entender el valor de un año, debes preguntar a un estudiante que repitió curso.
Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que alumbró a un bebé prematuro.
Para entender el valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario.
Para entender el valor de una hora, pregúntale a los amantes que esperan para encontrarse.
Para entender el valor de un minuto, pregúntale al viajero que perdió su tren.
Para entender el valor de un segundo, pregúntale a una persona que estuvo a punto de tener un accidente.
Y para entender el valor de una milésima de segundo, pregúntale al deportista que ganó una medalla de plata en las olimpíadas.

Atesora cada momento que vivas, y ese tesoro tendrá mucho más valor si lo compartes con alguien especial, lo suficientemente especial como para dedicarle tu tiempo. Y recuerda que el tiempo no espera por nadie.